En BERT Salud Barcelona te ayudamos a recuperar el equilibrio de tu cuerpo desde su base: el suelo pélvico. Tratamos disfunciones relacionadas con incontinencia, dolor, sexualidad, embarazo, postparto, menopausia y rendimiento deportivo.
Abordamos cada caso desde el origen, con una visión integral y tratamientos personalizados para mujeres, hombres y personas deportistas de todas las edades.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que sostienen la pelvis y controlan funciones clave: continencia urinaria y fecal, estabilidad postural y función sexual.
Su debilitamiento puede causar:
✔️ Incontinencia urinaria y fecal
✔️ Dolor pélvico crónico
✔️ Prolapsos genitales
✔️ Disfunciones sexuales
✔️ Diástasis abdominal
✔️ Dolor lumbar
Tratamos cada caso desde el origen con visión integral y métodos personalizados
Fortalece el suelo pélvico y facilita un parto seguro.
Reeducación del suelo pélvico y faja abdominal.
Mejora tonicidad y previene incontinencias
Reeducación funcional.
Prevención y tratamiento de disfunciones derivadas del deporte.
Reducción del dolor y regulación del ciclo.
Tratamientos específicos para mejorar la función sexual.
Fortalecimiento muscular y prevención de descensos.
Técnicas manuales y ejercicios de tránsito intestinal.
Reeducación de la faja abdominal.
Reeducación muscular y funcional para recuperar el control de esfínteres.
Terapia física y neuromuscular para mejorar el control y la función sexual.
Tratamiento especializado para aliviar molestias crónicas en la zona perineal o testicular.
Fortalecimiento y reeducación del suelo pélvico ante el descenso de órganos pélvicos.
Abordaje del suelo pélvico afectado por patologías neurológicas como Parkinson o lesiones medulares.
Prevención de disfunciones derivadas de la actividad física intensa o de alto impacto.
Recuperación funcional tras prostatectomía para prevenir incontinencias y disfunciones sexuales.
Técnicas fisioterapéuticas para mejorar la coordinación abdomino-pélvica y el vaciado intestinal.
En BERT Salud Barcelona combinamos técnicas avanzadas y tecnología de vanguardia para tratar el suelo pélvico desde su causa y no solo desde el síntoma.El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que sostienen la pelvis y controlan funciones clave: continencia urinaria y fecal, estabilidad postural y función sexual.
Su debilitamiento puede causar:
✔️ Valoración global: biomecánica, neuromuscular, visceral y postural
✔️ Tecnología avanzada: Phenix Liberty, Biowell, Medestec
✔️ Terapias manuales especializadas
✔️ Acompañamiento emocional y educativo
✔️ Tratamientos efectivos desde la primera sesión
Analizamos tu caso de manera integral, teniendo en cuenta tanto lo físico como lo emocional.
Unimos la experiencia clínica con tecnología avanzada para dar respuestas reales y personalizadas.
Contamos con una profesional especializada en suelo pélvico, con formación y experiencia dedicada al cuidado íntimo femenino y masculino.
Disponemos de Phenix, la tecnología de referencia en Europa para la evaluación y rehabilitación del suelo pélvico, que permite trabajar con precisión la musculatura profunda, mejorar la función perineal y acelerar la recuperación.
Cada tratamiento se adapta a tu necesidad y evolución, garantizando progresos reales.
Te acompañamos con un trato cercano y empático en cada etapa del proceso.
No siempre. En algunos casos es recomendable valorar correctamente la musculatura del suelo pélvico. Siempre se realiza con consentimiento previo, explicando el procedimiento con respeto y privacidad.
Sí, es muy recomendable. Ayuda a preparar el suelo pélvico para el parto, prevenir lesiones y facilitar la recuperación postparto.
También. Aunque no haya parto vaginal, es importante recuperar la función abdominal, tratar la cicatriz y reforzar el suelo pélvico, que puede haberse debilitado durante el embarazo.
Sí. Un suelo pélvico tonificado mejora la sensibilidad, el placer, la lubricación y reduce el dolor en las relaciones sexuales (como la dispareunia). También mejora la función eréctil en hombres.
No. Se trabaja sin dolor, con técnicas suaves y progresivas. Puede haber alguna molestia si existe tensión muscular, pero siempre dentro de tus límites.
Pasada la cuarentena (6 semanas después del parto) ya se puede iniciar la rehabilitación del suelo pélvico.
Sí, no hay ningún inconveniente. Solo evitamos la sesión si prefieres no hacerla por comodidad personal.
En nuestras sesiones utilizamos tecnología como el equipo Phenix, que nos permite visualizar en tiempo real cómo responde tu musculatura. Así podemos enseñarte de forma precisa y personalizada a activar correctamente tu suelo pélvico desde el primer día.
Sí. Sabemos que organizarse en el postparto es complicado, así que puedes venir con tu bebé sin problema.
No. La fisioterapia de suelo pélvico también es útil para prevenir disfunciones, mejorar la función sexual o acompañar el entrenamiento deportivo.
Sí. Ayudamos a mejorar la cicatriz, reducir molestias y evitar adherencias o tensiones.
Sí. El esfuerzo repetido al defecar puede sobrecargar y debilitar la musculatura. En consulta también trabajamos hábitos y técnicas para evacuar sin dañar el suelo pélvico.
Sí. Deportes de alto impacto como running, halterofilia, crossfit o pádel generan presión intraabdominal y pueden debilitar el suelo pélvico si no se entrena correctamente.
El suelo pélvico forma parte del core. Si está debilitado o descoordinado puede generar inestabilidad lumbar y problemas posturales. Por eso, trabajamos de forma global todo el sistema músculo-esquelético.
No es normal, aunque sea muy común. Se trata de incontinencia de esfuerzo y puede corregirse con un buen entrenamiento del suelo pélvico.
Escapes de orina, sensación de peso en la zona perineal, dolor lumbar recurrente, molestias al hacer abdominales…
Sí. Un suelo pélvico funcional mejora la estabilidad del core, la respiración, el control corporal y previene lesiones. Esto se traduce en más potencia, mejor técnica y menor riesgo de sobrecarga.
Sí. Su musculatura sostiene la vejiga, el recto y la próstata. Cumple funciones esenciales en la continencia urinaria y fecal, la función sexual y el soporte abdominal.
Escapes de orina, goteo postmiccional, dolor en el periné, testículos o pene, disfunción eréctil, eyaculación precoz o sensación de pesadez en la pelvis.